viernes, 31 de mayo de 2013

Diario de los estrenos del cine cubano: 2012 y 2013



A continuación se expone el listado de estrenos del Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográficos (ICAIC), institución que ha sido, desde su fundación en 1959, el principal centro de producción y el dirigente exclusivo de la política de exhibición y distribución de cine cubano e internacional en las salas de la Isla. Su dinámica de producción se vio casi paralizada durante la década del 90 del siglo pasado. La lenta recuperación comenzó cuando abrió el siglo XXI. En los últimos tiempos la cartelera de estrenos es cada vez más rica y abundante.

2012
Largometrajes:

Enero: Vinci (ópera prima de Eduardo del Llano)
Febrero: Fábula (Lester Hamlet)
Verde verde (Enrique Pineda Barnet)
Marzo Los bolos en Cuba (Enrique Colina)
Abril: Y sin embargo... (Rudy Mora).
Mayo: Juan de los Muertos (Alejandro Brugués)
Junio: La piscina (Carlos Machado)
           Chamaco (Juan Carlos Cremata)
Julio: Amor crónico (Jorge Perugorría )
Agosto: Irremediablemente juntos (Jorge Luis Sánchez)
Septiembre: Los desastres de la guerra (Tomás Piard)
Octubre: Penumbras (Charlie Medina)

Cortometrajes:
Noviembre y Diciembre
El otro Lezama. Crónicas (Miguel Torres)

Uno al otro (Milena Almira),
Cuba roja, capítulo 1 (Ismael Perdomo)
La conjura de Aponte (Regino Oliver)
1912: voces para un silencio (Gloria Rolando)
Luneta nro. 1 (Rebeca Chávez)
Un siglo del Vedado (Cristina Fernández, Carlos León)
Copa y espada (Lourdes de los Santos)
La certeza (Armando Capó)
Habana del Centro: ensueño de sombras (Lourdes Prieto)
La luna en el jardín (Adanoe Lima, Yemelí Cruz)
El camarón encantado (Olivia Cordovés)
Las Terrazas, boceto de un Paraíso (Ernesto Pérez Zambrano)
Varios documentales de la serie coordinada por Rigoberto Senarega, Ojos que te miran.

2013

Enero: La película de Ana (Daniel Díaz Torres)
Febrero: Esther en alguna parte (Gerardo Chijona)
Marzo: Si vas a comer, espera por Virgilio (Tomás Piard)
              Tuya para siempre (Pablo Massip)

Próximamente:
Junio: Se vende (Jorge Perugorría)

Para lo que no han estado, para lo que no han llegado a tiempo al cine, si les interesa ver alguna en particular, consúltenme sin miedo. 


Por la integración del cine en el Caribe



Bahamas FilmInvest Internacional anuncia la V Muestra Itinerante de Cine del Caribe en Bahama

Cartel cubano

Owen Bethel, coordinador nacional en  Bahamas de la Muestra Itinerante de Cine del Caribe, ha publicado la lista de las películas que el público Bahamés podrá ver en la quinta edición de la Muestra Itinerante de Cine del Caribe en Bahamas. 


Bethel, también presidente de Bahamas FilmInvest Internacional, indicó que entre las 22 películas que constituyen la Muestra se encuentran largometrajes, cortos, filmes de animación y documentales producidos por destacados cineastas en Cuba, Guadalupe, Venezuela, Haití, Barbados, Trinidad y Tobago, República Dominicana, Jamaica y Puerto Rico. Señaló que "debido a las limitaciones en la disponibilidad de los espacios para la exhibición, hemos tenido seleccionar un programa especial para junio, donde no han podido quedar incluidas todas las películas. No obstante, hemos tomado la iniciativa de trabajar con la Corporación de Radiodifusión de las Bahamas con el objetivo de transmitir algunas de las películas a partir de junio, con el fin de obtener la más amplia audiencia posible en todo el país, así como permitir que las películas sean mostradas en las escuelas durante el próximo año académico así como en salas y barrios de la comunidad. Ello responde a la intención de la Muestra de utilizar varios métodos de promoción para difundir  las películas de la forma más amplia posible en todo el archipiélago." 
 
En reconocimiento a los 40 años de la Independencia de las Bahamas el tema elegido para este programa especial ha estado centrado en las diversas formas de lucha por la libertad y la liberación en la región, así como a las alternativas para hacer frente a los conflictos raciales y culturales. Por tal motivo se presenta un documental sobre el movimiento por el sufragio en Las Bahamas. 

La clara ausencia de Bahamas en las películas incluidas en esta edición y sobre el tema elegido, impulsó a que los organizadores de la Muestra en Bahamas celebren un concurso de cortometrajes sobre el tema independentista entre cineastas de Las Bahamas. 

La inauguración tendrá lugar el lunes 3 de junio y presentará el cortometraje Catch A Fire de Barbados  y el corto animada  Alma negra, de Haití. Todas las proyecciones son gratuitas para el público en general. Las películas se proyectarán en Cinemas Galleria West, JFK Drive, todos los lunes y martes durante el mes de junio. 

ProgramaciónV Muestra Itinerante de cine del Caribe  
Bahamas : 3 – 25 de junio  de 2013 
Lunes 3: Opening Night Film and Reception    
Catch A Fire (Barbados/United Kingdom) y Black Soul (Haiti/Canada)   
Martes 4: Hija de Puta (Whore’s Daughter) (Venezuela) y Elsa’s Happiness (Guadaloupe)  
Lunes 13: Tropic of Blood (Dominican Republic)   
Martes 11: Bad Friday (Jamaica)   
Lunes 17: Roble de Olor (Cuba)   
Martes 18: The 70’s: Memories of a Revolution (Trinidad & Tobago)
Lunes 24: Sin ti, contigo (Without you, with you) (Venezuela)
Martes 25: Mas Man (Trinidad & Tobago)  

jueves, 30 de mayo de 2013

Pim de la Parra, el cine de Surinam en Cuba

Se estrena Wan pipel (Un pueblo, 1976), en la 4ta. Semana de Cine Holandés, en La Habana.

Director de cine surinmés, Pim de la Parra
El notable cineasta surinamés Pim de la Parra (Paramaribo el 5 de enero de 1940) viajó a Cuba este mes de mayo para compartir con el público habanero parte de su cinematografía, que aprendió a apreciar desde sus días de estudiante de cine en Holanda. Es considerado un genio creador y controvertido que cambió el panorama del cine holandés y ayudó a la formación de nuevos talentos.

Hace muchos años Wan pipel es un clásico y referente para las múltiples generaciones de cineastas del Caribe, que a fuerza de hacer cine han ido construyendo una auténtica imagen de las distintas culturas y naciones del área.

Cuando de 1962 a 1964, Pim asistía a las salas de clases de la Academia Holandesa de Cine y Televisión –cursos que no finalizó– nadie sospechaba que el joven surinamés, –joven e iconoclasta–, iniciaba el camino que lo llevaría a fundar y dirigir Skoop en 1963, la principal revista de cine de Holanda.

Lo dicho sólo apunta a lo que ha sido y es en Pim, un apasionado del cine, y de la innovación.  Wan pipel es el primer largometraje realizado en el país luego de su independencia en 1975, -restaurada y digitalizada en 2010-, y la creación de la Academia del Cine de Surinam. Una manera creativa de revelar la complejidad, riqueza y conflicto la realidad multiétnica de Suriname.
Protagonistas de Wan Pipel, 1976
En palabra del cineasta cubano Rigoberto López, “… en Wan pipel, se revela la capacidad del arte para penetrar,  sintetizar  y hacer trascender en la diversidad posible de sus lecturas, complejos y sensibles asuntos de la realidad, de nuestra realidad… Wan pipel es un carné de identidad de Surinam y del Caribe mismo; en su complejidad el conflicto de un hombre en la diáspora, y el amor. Y como antes les decía, también el obstinado amor de Pim de la Parra al cine, y su valor para defenderlo.”

La 4ta. Semana de Cine Holandés como parte del homenaje al cineasta, también exhibió el largometraje documental Parradox (Parradoja, Holanda, 2010), que narra la historia del ascenso, caída y resurrección de Pim de la Parra.
Debutó en 1965 con la película Jongens, jongens wat en meid, y su primer gran éxito fue en 1971 con el filme Blue Movie.

lunes, 27 de mayo de 2013

Cine en el Caribe: décadas del 70-80, siglo XX


La producción cinematográfica en el Caribe insular en el siglo XX: décadas del 70-80.

A inicios de la década del 70 se vieron las primeras producciones de las Antillas francesas, con Le Retour, de Christian Lara. La historia de un guadalupeño que estudiaba en Francia. Un corto de 20 minutos y en blanco y negro rodado en escenarios de Guadalupe, cuyo tema central aborda cómo los caribeños viven la experiencia del exilio en las grandes ciudades del mundo desarrollado. Un tema recurrente en muchas producciones posteriores de los cineastas del área, que producen sus trabajos mientras viven en el «exilio». Christian Lara, probablemente es el que más ha hecho para que la mayoría de las películas salgan de Guadalupe. Comenzó su carrera con Coco la Fleur Candidat (1978), uno de los primeros filmes en incorporar el creole. Lara usa una historia sobre las elecciones para explorar la situación en su país.
La contribución de Surinam al cine de la región comenzó por igual en los 70, con filmes como Wan Pipel (1976) de Pim de la Parra. La historia de un negro surinamés que estudia en Holanda y retorna a su hogar para cuidar a la madre enferma, momento en que se enamora de una joven hindú. De la Parra usa las tres lenguas indígenas del país mientras explora el tema de los prejuicios, las relaciones raciales y la diversidad cultural en tono de comedia.
La película más exitosa de la década, celebrada en los circuitos internacionales se hizo en Jamaica, The Harder They Come (1973). El filme jamaicano arquetípico en cuanto a la descripción de las realidades de la clase negra trabajadora, fue dirigido por un jamaicano blanco, Perry Henzell. Rodada a modo de documental provee del retrato más realista de la cultura, la vida y los problemas que enfrentaban los jamaicanos de los 70. En medio de barrios marginales y las pulsaciones del ritmo musical del reggae, la trama gira en torno a Iván, un chico del campo que llega a la ciudad con la ilusión de convertirse en un cantante famoso. Fue vista por muchos como una dura película de gánster basada en la historia de una vida real fuera de la ley de Jamaica. 

The Harder They Come fue criticada por su crudo retrato del reinado del crimen y la violencia en un momento en que el país estaba tratando de desarrollar su imagen como destino turístico. Sin embargo, el mayor aporte de Henzel fue evitar las imágenes románticas de Jamaica que se encuentran en muchas producciones de Hollywood y mantenerse fiel a su ideal de permitir a la gente a verse a sí mismos y a su isla, a través de sus propios ojos.
La filmación en Jamaica y otras países continuó en los 80, con obras tales como Anita (1982), de Rassoul Labuchin y Felix de Rooy con Almacita di Desolato (Curazao, 1986). De la docena o más películas de Rooy, esta se mantiene como una de sus más creativas y reconocidas. Rodada en Curazao y con la utilización del papiamento, revela las habilidades de Rooy como pintor para componer una historia basada en la lucha entre las fuerzas de la creatividad y la destrucción en una comunidad afrodescendiente. Este es un ejemplo de las narrativas influidas por la oralidad propia de los griots africanos, donde el director teje leyendas desde Curazao, Aruba y Bonnaire. 
Al igual que Felix de Rooy, Labuchin hizo su primera película, Anita, usando también su mundo creativo como poeta para explorar el terreno de la educación, la servidumbre física y mental a las creencias del vudú. Su película, que ha hecho historia dentro y fuera de Haití, ganó varios premios locales, como un Coral en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de 1983, en La Habana, y se convirtió en punto de referencia en el extranjero. Por otra parte, el único método de distribución de la película resultó consecuencia de la fuerte censura del mercado que marcó «un punto de inflexión en la historia del cine haitiano, rompiendo la asfixiante red comercial para construir una audiencia real entre las masas», según opinó el crítico de cine Lafontant Medard en su momento.[1] 
Quizás entre los más conocidos de Haití estén Raoul Peck y Elsie Haas; ambos trabajan fuera de su isla nativa y han triunfado en Hollywood. El repertorio inicial de Haas incluye La Seconde Manche (1979), La Ronde des Tap-Tap (1986), La Ronde des Vodus (1987) y No Comment (1988). Ronde des Vodus ganó un reconocimiento internacional por hacer un balance crítico de la imagen de la antigua religión vudú que no había sido tratada con propiedad en otros filmes, como en los de Maya Deren. Se trata del lugar del vudú en la cultura, la historia y la política de Haití, el filme creó un «retrato bastante completo y en movimiento de la sociedad y las personas que luchan por negociar un legado de opresión y negación.»[2] (CHAM: 1992, 28)
Rassoul Labuchin describe Haitian Corner de Raoul Peck como «la mejor jamás realizada por un haitiano». La película se rodó en las calles de Brooklyn, y trata del abuso del poder y su efecto en los demás, y de cómo las personas afectadas aprenden a enfrentar y superar los sentimientos de venganza y de ira. Es una crítica abierta a los abusos cometidos entre haitianos durante el régimen dictatorial de Duvalier y un ejemplo de la diáspora cinematográfica. La cinta ha sido vista por grandes audiencias en Haití y en el resto del mundo. Peck se ha convertido en un cineasta aclamado en todas partes, en la actualidad trabaja en Hollywood.[3]
La segunda película caribeña de mayor éxito en los 80 fue Rue Cases-Nègres (1983), de la directora Euzhan Palcy[4]. El filme es el resultado de la adaptación de la novela de Joseph Zobel. Como sus compañeros cineastas de la isla, Palcy evita las habituales imágenes de la isla exótica y fija la película en el entorno real de la gente; simple en su estilo hasta en el empleo de los tonos sepias. Rue Cases-Nègres encierra la esencia de la novela y el espíritu de la cultura martiniquesa y por extensión el de los caribeños. Particularmente se nota en el empleo que hace Palcy del créole a lo largo del metraje.

También el sincretismo ha sido un recurso estético y temático crucial en el espacio del Caribe y en el cine latinoamericano. El tema es anterior al cine y deja una estela de neologismos que evocan la mezcla: mestizaje, creolité, antillanité, transculturación, caribeñismo. En la película Ava y Gabriel (1990), de Felix de Rooy, entran a jugar estas cuestiones de sincretismo artístico, mestizaje y colonialismo. La historia refiere un pintor negro en la Curazao de 1948, dominada por los holandeses, que quiere pintar una santa negra. El sincretismo en Ava y Gabriel no es sólo pictórico, sino también lingüístico, ya que el diálogo es en varias lenguas: holandés, español e idiomas africanos. La película ganó el Premio del Jurado en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latino Americano, La Habana, 1990. 
En la película Un pasaje de ida (1988), de Agliberto Menéndez, República Dominicana se tiene un valioso modelo de lo que puede ser esta filmografía. Pronto aparecieron más largometrajes de ficción como Nueba Yol (1995), de Ángel Muñiz; Para vivir o morir (1996), de Radel Villalonga y Cuatro hombres y un ataúd (1997), de Pericles Mejías.
Por su parte Puerto Rico aporta realizaciones de Diego de la Texera (Culebra, al comienzo, 1971), de Mike Cuesta (Angelitos negros, 1976), Luis Molina Casanova (Cuentos de Abelardo, 1989 y La Guagua aérea, 1993). También en este «Estado libre asociado», el despegue hacia un cine cualitativamente nuevo, se sitúa en los finales de la década del setenta con Palomilla (1969) e Isabel, la negra (1970), ambas de Efraín López Neris. 
Para Luis Antonio Rosario Aquiles cuando se habla de un cine puertorriqueño que se empeña en ser distinto opina: «La categoría de nacionalidad se desprende de un cuadro de posibilidades combinadas: que los creadores o sus padres, hayan nacido en Puerto Rico, que ese haya sido el lugar de crianza y educación, y que la obra desprenda su adopción de la vida y la cultura del país y que, aun cuando no tenga estas características, revele una temática y una vigencia significativamente puertorriqueña».[6] Hay que tener en cuenta que la isla, subordinada a los designios de Estados Unidos, también dispone la mayor capacidad de su infraestructura técnica y servicios para la producción cinematográfica de ese país.
Las películas de Jacobo Morales intentan retratar los conflictos de su tierra. Morales es uno de los realizadores más reconocidos en Puerto Rico. Su filme Lo que le pasó a Santiago (1989) logró estar entre las cinco finalistas al Oscar en el mejor título de habla no inglesa. También sobresale en ese periodo, Marcos Zurinaga con la película de 1986, La gran fiesta. 
Los ejemplos anteriores son un claro testimonio de que, entre las décadas del 70 y del 80 del siglo pasado, cuando muchos países caribeños alcanzaron su independencia política, fue cuando se comenzó a producir una mayor cantidad de filmes que reflejaron la realidad. A pesar de la pequeñez de los recursos y el poco capital, estos creadores han producido excelentes trabajos, pero la mayoría de ellos no han alcanzado una audiencia masiva ni en el Caribe ni en otros países.

La historia del cine caribeño y la relación de nombres claves de directores, actores y actrices de esa región, permanecen desconocidos para casi todos los públicos, incluido el caribeño.
Insisto a todos los lectores. El interés principal es contribuir a visualizar la historia y la actualidad de esta producción desde este blog.
Yane

[1]  MEDARD, J. M., «Anita, sueño y realidad del pueblo haitiano», La Habana, Revista Cine Cubano, No. 112, 1985, p. 79.
[2]  CHAM, M., «Shape and shaping of Caribbean Cinema», Ex-Iles: Essays on Caribbean Cinema, New Jersey, Africa World Press, 1992, p. 28.
[3]Entre sus películas más recientes están Lumumba (2000), Sometimes in April (2005) y Molock Tropical (2009), con la que sigue cavando en la problemática sociopolítica de su país, al narrar las últimas veinticuatro horas de un poder antes de su caída. El rodaje que se desarrolla íntegramente a la Ciudad de La Ferrière, palacio-fortaleza construido al siglo XIX por el Rey Henry Christophe en el norte de Haití.
[4]   Euzhan Palcy fue la primera mujer negra en dirigir una película producida por un estudio hollywoodense, A Dry White Season (1989).
[5]   Citado por Alejandro Ríos en «Ava y Gabriel, una historia de amor», Revista Cine Cubano, No. 132, julio-septiembre, La Habana, 1991, p. 23.
[6]  ROSARIO AQUILES, L., «El nuevo cine puertorriqueño», Revista Cine Cubano, No. 104, La Habana, ICAIC, p.107.