Loby del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, ICAIC, exposición permanente de carteles cubanos |
¿Están
cambiando las cosas en Cuba? ¿Ha despertado Cuba del letargo impuesto por sus
dirigentes políticos, -los mismos por más de 54 años-? ¿Está cambiando algo en
la industria cinematográfica cubana?
La
primera ley cultural aprobada por la Revolución fue la Ley de cine y la
creación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), se
firmó en marzo de 1959. Más de medio siglo después parece que a la institución
le están moviendo el piso. Parece ser que los cambios vienen desde adentro,
desde del arte, desde la propia producción nacional que clama y puja por
cambios institucionales. Si hasta ayer la historia del cine cubano pasaba por
el llamado icaicentrismo; la realidad
hoy es otra, múltiple y compleja, pendiente de análisis críticos rigurosos.
Algunos
fundadores del proyecto han fallecido como el cineasta Tomás Gutiérrez Alea,
director de Memorias del subdesarrollo
(1965) y más recientemente Alfredo Guevara, primer presidente del ICAIC, entre otros tantos iniciadores.
Mientras que, por otra parte, se erige una escuela increíble de nuevos
realizadores, con nuevas perspectivas de trabajo y nuevas intenciones e
intereses.
Hay que tener en cuenta que se han
convocado en asambleas a los creadores, especialistas y trabajadores del
Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficos (ICAIC). La última tuvo
lugar el pasado viernes 10 de mayo donde la presidencia del organismo expuso
los objetivos fundamentales que deberá cumplir el proyecto de reestructuración,
con lo cual intenta lograr un mejor escenario para el desarrollo del cine
cubano.
La
consulta y participación de los creadores viene produciéndose desde mucho antes
de iniciar este proceso oficial, según el presidente de la institución, Omar González.
La voluntad
política por el cambio se expresa desde la Comisión Permanente para la
Implementación y Desarrollo de los Lineamientos Económicos y Sociales del
Partido y la Revolución, que acordó priorizar al Instituto como la primera de
las grandes instituciones artísticas que será sometida al proceso de
diagnóstico y reestructuración de su labor. El objetivo central es adaptarla al
nuevo contexto en que se desenvuelve el país y dar posibles soluciones a contrariedades acumuladas. ¿Se logrará?
¿cómo?
Entre
las preguntas que no deben faltar en la maleta de cualquier investigador y crítico del
cine contemporáneo de la Cuba actual son: ¿Cómo, cuándo, por y para qué va a cambiar
el cine cubano?
Para leer lo último que ha publicado el ICAIC sobre su
proceso de reestructuración, ir al siguiente enlace: http://www.cubacine.cult.cu/noticias/%C2%BB-icaic-expone-detalles-sobre-su-proceso-de-reestructuraci%C3%B3n
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